Ahora si llegó el momento que todo el mundo esperaba (todo
el mundo que habita en mi cabecita por supuesto, algún piojo sedentario o cisticerco
que esté cohabitando por comer un taco al pastor). Llevo pensando ya mucho
tiempo que debo escribir y sobre todo mostrar las cosas chulillas que he venido
haciendo y que algún día me llevarán a la riqueza extrema desenfrenada, y que si no
se cumple esta primer premisa, al menos me lleven a vivir alegremente, porque
hacer estas cosas me hacen muy feliz, y me desvelan y me quitan el sueño del
entusiasmo, situaciones que pasan cuando vas por el buen camino.